Teclados, monedas y billetes, mandos a distancia e, incluso, el móvil. A diario, y sin saberlo, el ser humano interactúa y toca más de 10 objetos cotidianos que tienen más gérmenes y bacterias que un cuarto de baño y otro de ellos son los carros y cestas de la compra.
Está claro que a la hora de elegir un supermercado son muchos los factores que influyen. El fundamental es la ubicación y el horario, pero hay algunos más. También lo determina el precio; la variedad de la oferta de productos disponibles, con especial atención a los alimentos frescos; o las promociones y descuentos a clientes. Siguen gustando y mucho los folletos, los cupones, los 3×2 y lo de la segunda unidad al 70%. Tampoco hay que olvidar otros aspectos como la calidad de la marca blanca o la posibilidad de envío a domicilio o compra online. Sin embargo, otro que nunca pasa desapercibido para el consumidor es el del orden y, sobre todo, la limpieza. No hay lugar en el mundo o negocio que reúna en tan poco espacio tal variedad de ambientes y productos. Carnicería, pescadería, frutería… cada uno con sus propias necesidades, normativas y la posibilidad de contaminaciones cruzadas.
Según un estudio de la Universidad de Arizona las cestas y los carros de la compra pueden contener hasta 10 millones de bacterias y en el 72% de los casos las más frecuentes son Escherichia coli y Klebsiella pneumoniae.
Y eso sin contar con todo el instrumental que se utiliza a diario en supermercados y otras tiendas de alimentación. Escaparates, accesos y ascensores hasta estanterías, cámaras frigoríficas, arcones congeladores, mostradores, carritos de la compra, pasillos y … ¡hasta los uniformes de trabajo! También con los equipos electrónicos como gestores de stock, cajas registradoras y terminales de pago. Todo debe estar siempre limpio y desinfectado. También importa y mucho cómo esté colocada la mercancía en los lineales y la facilidad para encontrarla. Lo habitual es que sea de izquierda a derecha y de arriba a abajo ordenada de mayor a menor precio. Sea como sea, al final lo importante es que todos acaban juntos, precisamente, en los carritos y cestas de la compra. Por cierto, sin duda, uno de los grandes olvidados, hasta hace poco, de la limpieza en establecimientos comerciales.
Listas, carritos de la compra, gérmenes y bacterias
A todo el mundo le ha pasado alguna… Ir a coger un carrito de la compra y tener que retirar los guantes de la frutería, bolsas y papeles del cliente anterior. Ya no solo se trata de lo que se ve sino también de lo que es imperceptible al ojo humano. Cuando se va a hacer la compra siempre se suele tener una lista, aunque por el camino se suela añadir algún capricho más. Sin embargo, lo que nunca se debe llevar a casa son gérmenes. No es broma, es más fácil de lo que parece. Según un reciente estudio de la Universidad de Arizona las cestas y bolsas de la compra pueden contener hasta 10 millones de bacterias. Además, en el 72% de los casos las más frecuentes son Escherichia coli y Klebsiella pneumoniae. Lo peor es que ahí se van depositando uno a uno todos los alimentos e, incluso, a los niños, si disponen del espacio apropiado.
Seguridad e higiene alimentaria: limpieza y desinfección en supermercados
El problema es que nadie va al super como niño con zapatos nuevos y mucho menos limpios. No importa el material del que estén hechos, el tamaño del supermercado o las veces que se utilice. Al final siempre se van acumulando restos de alimentos y de líquidos y ahí al fondo de la cesta encuentran el lugar perfecto para proliferar. También en las asas y los mangos que es el espacio que más se toca y se interactúa con las manos. Niveles de patógenos mucho más elevados que en baños públicos, aeropuertos o centros comerciales. Así, que toda precaución es poca: usar dispensadores de gel como System push antes y después de hacer la compra, utilizar guantes para evitar el contacto directo con los alimentos, manipular el móvil lo menos posible y, lo que no hace nunca nadie, ¡lavar las bolsas reutilizables al volver a casa!
La mayor concentración de bacterias en los carritos de los supermercados se encuentra en las asas donde suelen predominar las coliformes y las enterobacterias y los asientos de los niños que muestran altas concentraciones de E. coli.
Eso por parte del consumidor, porque este mismo estudio también concluye que la única manera de acabar con el elevado número de bacterias presentes en los carros es limpiarlos a diario. Ya se hace… De hecho, desde la pandemia en muchos establecimientos ya indica con precintos en los que se puede leer “carrito higienizado” o textos similares, pero la clave es, sin duda, hacerlo con productos eficaces y de alta concentración en principios activos como los de G2 Green. Eso sí, siempre respetando las normas de higiene alimentarias y con el máximo cuidado por el medio ambiente y uno de los mejores ejemplos son TEC VIR y TECTON 4HG2 NORMA HA.
- TEC VIR: Desinfectante multiusos de amplio espectro/listo al uso. Elimina 99.9% de gérmenes y virus encapsulados. Autorizado tanto para uso por personal profesional como para uso por el público en general en todo tipo de superficies. Listo al uso y de aplicación en la industria alimentaria y restauración colectiva. Allí donde se requiere una máxima calidad higiénica como obradores, utensilios, mobiliario y otros elementos de transporte de alimentos como los propios carritos y cestas de la compra.
- TECTON 4HG2 NORMA HA: Producto especialmente indicado para la limpieza y desinfección de superficies gracias a sus propiedades y principios activos. Potente limpiador multiusos de acción bactericida y fungicida. Producto testado en laboratorios y aprobado por sanidad. Cumple con la norma HA para su uso en industria alimentaria. Además de sus características desinfectantes, es un producto neutro ideal para todo tipo de superficies y con una gran acción desengrasante.
Así, siempre ¡Think big, Clean green!