Para desinfectar no es necesario limpiar previamente; la lejía es el desinfectante definitivo; se pueden eliminar virus y bacterias de cualquier superficie, todos los productos pueden acabar con todos los patógenos y, además, hacerlo casi instantáneamente… Los falsos mitos siempre han estado en el mundo de la limpieza y la desinfección, pero ahora G2 Green tiene todos los productos para acabar con ellos (y también con los gérmenes).
La vida está llena de falsos mitos. Cosas que se dan por ciertas sin que hayan sido comprobadas científicamente. Está lo de las horas de digestión antes de poder bañarse o que es mejor dejar las luces encendidas. Todos de lo más curiosos y divertidos, pero cuando se habla de seguridad y eficacia en la limpieza y desinfección ya no tienen tanta gracia. Entre los más habituales está el de mezclar lejía y amoniaco para crear el limpiador definitivo; que los productos naturales para estas tareas son más seguros y eficaces; que cuánta más cantidad de producto se utilice la limpieza será mayor; que lo mejor es secar los platos con un trapo; o la creencia de que los coches nuevos no hace falta lavarlos. Por cierto, todos falsos como también lo son algunos de los siguientes grandes mitos sobre la desinfección para acabar con todo tipo de gérmenes.
Mito #1 Limpiar, higienizar y desinfectar es lo mismo
Falso: Aunque limpiar, higienizar y desinfectar se utilizan a diario, prácticamente como sinónimos, en realidad son tres acciones diferentes. Está claro. La limpieza elimina suciedad, polvo y desechos visibles de una superficie mediante lavado y enjuague. Generalmente con agua y jabón, pero por sí solos no desinfectan. Los limpiadores no matan los gérmenes. Por eso, la desinfección va un paso más allá. Elimina de forma específica las bacterias y los virus que puedan contener a través de formulaciones químicas específicas. Eso sí, ambas acciones deben ser inseparables.
Mito #2 Para desinfectar no es necesario limpiar antes
Falso: La limpieza es un primer paso importante para asegurarse de eliminar la mayoría de los gérmenes de las superficies. El uso de limpiadores que contienen jabón o detergente puede reducir su presencia y también el riesgo de infección. Sin embargo, no los elimina por completo. También al revés. Por eso, debe limpiarse antes de higienizarse o desinfectarse porque la suciedad puede hacer que sea más difícil o impedir que las sustancias químicas que contienen lleguen a entrar en contacto con virus y bacterias para matarlos. Importante tenerlo en cuenta.
Mito #3 Todos los desinfectantes eliminan cualquier tipo de germen.
Falso: Ni todos los productos de limpieza ni todos los desinfectantes son capaces de acabar con cualquier tipo de bacteria. Sí, aunque están específicamente formulados para acabar con estos microorganismos. En ocasiones, ciertos virus y hongos pueden desarrollar lo que se conoce como resistencia microbiana. También, especialmente en la industria alimentaria, está la posibilidad de que hayan desarrollado biofilms. Tiene solución si se utilizan formulaciones adecuadas. Por este motivo, G2 Green ha creado una completa y eficaz gama de virucidas y biocidas. Lo que lleva directamente al cuarto gran mito de los desinfectantes.
Todos los desinfectantes que se usan en la industria alimentaria deben poseer el registro HA y, preferiblemente, presentar eficacia frente a bacterias, hongos, levaduras o virus.
Mito #4 La lejía y el vinagre son los desinfectantes definitivos
Falso: Para que la lejía funcione correctamente como desinfectante, la superficie debe limpiarse previamente antes de su aplicación. Desinfectar con la lejía es un proceso de dos pasos. Además, para que sea efectiva es necesario preparar una solución nueva cada vez que se quiera usarla. Por su parte el vinagre es un excelente limpiador. No hay duda, pero eso no significa que sea adecuado para desinfectar cualquier objeto o espacio. De hecho, su eficacia contra gérmenes no ha sido científicamente probada ni están registrado en sanidad como desinfectante. Importante elegir el adecuado para cada momento, lugar o actividad entre la completa gama de G2 Green.
Mito #5 ¡Visto y no visto! Los desinfectantes funcionan al instante
Falso: La desinfección adecuada lleva tiempo. Independientemente del producto que utilice, es esencial consultar las instrucciones para saber la duración del periodo de contacto que deben permanecer húmedas las superficies duras y no porosas para eliminar los gérmenes de manera más efectiva. Fundamental porque no es el mismo para todos. Depende de los componentes. Un estudio publicado en el Journal of Applied Microbiology evaluó diferentes desinfectantes y encontró que eran necesarios al menos 10 minutos para acabar con determinados patógenos.
Mito #6 Todas las superficies se pueden desinfectar
Falso: Los desinfectantes solo funcionan en superficies duras y no porosas. Almohadas, cojines tapicerías y casi cualquier tipo de tejido… se escapan de sus beneficios y eso sin contar que otras como cuero, plumas, algunos dispositivos tecnológicos no resistentes al agua pueden sufrir daños y deteriorarse durante su aplicación. También en otras rugosas o con grietas ya que pueden tener dificultades para penetrar entre las diminutas rendijas y pequeños espacios para eliminar los gérmenes. En estos casos, es posible que sea necesario utilizar métodos adicionales, como el lavado en caliente o la limpieza en seco.
Los desinfectantes deben ser eficaces para eliminar patógenos, pero también deben ser seguros para su uso en entornos domésticos y públicos, especialmente en la industria alimentaria.
Por cierto, tampoco es cierto (mito #7) que cuanta mayor cantidad de producto se emplee mayor será la desinfección. Por este motivo, y para disminuir los costes, todos los desinfectantes, al igual que el resto de referencias que se pueden encontrar en el amplio catálogo de G2 Green, son muy concentrados en principios activos para garantizar siempre la máxima eficacia al mejor precio y con todo el respeto con el medioambiente y el entorno.
Think big, Clean Green!
