Los goles son la esencia del fútbol, pero más importantes aún son las paradas. Dan y quitan triunfos tanto o más que los balones que entran en la portería. El triunfo y la gloria pasa por las manos de los porteros y la clave está en el correcto mantenimiento de sus guantes.
Vuelve la emoción, la pasión y, por supuesto, los goles. La esencia del fútbol. Los que pudieron haber sido y no fueron, y los que subieron al marcador y no debieron hacerlo (de estos ya quedan menos). Luego ya vienen los polémicos, los de rebote y pura suerte, los que no sirven para nada, los del honor, los que baten récords y, sobre todo, los que dan títulos. Sea como sea, ya está aquí el Mundial, aunque con retraso, y al final lo único que se recordará es las veces en las que el balón entró en la portería, cómo lo hizo y lo que significaron. Está claro. El de Diego Armando Maradona contra Inglaterra en el Mundial de México 1986; Carlos Alberto contra Italia en México 1970; Pelé contra Suecia en Suecia 1958; Michael Owen contra Argentina en Francia 1998 y, también el de Iniesta. ¡Goooool!
Mundial de limpieza siempre en la palma de la mano
Todos inolvidables. Sin embargo, lo que siempre se olvida, es que la mayoría de las veces son los ¡uyyyyys! son los más interesantes. Precisamente, el que pudo haber sido y no fue. Casi siempre pasa lo mismo. Al final, siempre quedarán en el recuerdo los récords de Cristiano Ronaldo, las oportunidades de Messi, las carreras de Mbappé, los regates de Vinicus Jr., o la precisión de Lewandoski, pero nunca las paradas de Courtois o de cualquier otro portero. Curioso porque la clave de la victoria está tanto en marcar como en no encajar. Pues eso, el gol de Iniesta, pero también el mano a mano de Casillas unos minutos antes. Tan importante o más. También porque al final de cualquier partido a un portero le tiran más veces que lanzamientos hace el mejor de los delanteros. Más bloqueos que remates y el único reconocimiento es el ¡Goooool!
Limpieza y mantenimiento de guantes de portero
Dan victorias, pero también las pueden quitar. Agilidad, reflejos, coordinación y… sin olvidar el mantenimiento de su herramienta de trabajo: los guantes. La gloria o el fracaso pasa de forma inevitablemente por sus manos y su estado puede marcar la diferencia. Muy delicados por los materiales con los que se fabrican, pero fundamentales para el agarre, protección y seguridad del guardameta. No hay dos iguales y cada un prefiere los suyos. Tallas, formas y colores. Sin embargo, todos tienen algo en común. Natural o sintético, tienen látex en las palmas y entre los dedos. Esencial para bloquear y que no resbale la pelota, pero ahí es donde suelen empezar los problemas. Muy delicados y, además, siempre expuestos a las agresiones del entorno.
Al roce del balón, a los golpes contra el césped y especialmente al agua de la lluvia. Hay muchos trucos y consejos para mantenerlos siempre en perfectas condiciones como tener dos pares de guantes, uno para los entrenamientos y otro para los partidos. También, dejarlos secar al aire libre después de utilizarlos (nada de secadora) y no apoyar las manos contra el suelo en ningún momento ni juntar la cara interna de los mismos. No se debe hacer nunca. Ni para aplaudir una jugada, celebrar una parada ni incluso a la hora de guardarlos. Tampoco secarlos con una toalla ni nada de eso. Sin embargo, hay otro que no suele fallar en ningún momento: lavarlos siempre que sea necesario con el producto mas adecuado como G2 Glove Wash de G2 Green.
El mejor producto para limpiar los guantes de portero (y cómo lavarlos)
¡Qué no te metan más goles con la limpieza de los guantes de portero! No, no todos los productos sirven para lavarlos. Algunos agentes químicos podrían acelerar su degradación y, además, los que los han usado saben los difícil que es eliminar los olores de su interior después de utilizarlos y la proliferación de las bacterias que lo causan.
Por eso, G2 Green ha desarrollado una fórmula capaz de conseguir que el agarre o grip de los guantes dure hasta que desaparezca el látex de sus palmas de forma natural. Concentrado y de gran poder desengrasante. De alto contenido en bioalcoholes con intensas propiedades disolventes de la suciedad que permiten un auto secado más rápido. Esencial dentro y fuera del campo. Además, conseguir que siempre estén en perfectas condiciones para un máximo rendimiento es más sencillo de lo que parece:
- Humedecer los guantes sumergiéndolos en agua.
- Escurrir y aplicar en su interior G2 Green Glove Wash mediante el dosificador de espuma incorpora hasta llenarlo en su totalidad. Introducir la mano en el guante durante más o menos un minuto. La espuma sobrante se utilizará para limpiar la palma, el envés y toda la superficie de los dedos.
- Aclararlo por inmersión en agua limpia o directamente bajo el grifo.
- Repetir la operación el guante de la otra mano.
- Escurrir muy bien con la apertura hacia abajo para favorecer su secado.
- Tender en la misma posición con una pinza en el dedo corazón, pero prestando atención a que no toque el latex y sin que les dé el sol directamente. También lo estropearía.
- Una vez bien secos, guardar en su funda evitando que se toquen o peguen con un trozo de papel entre ambos. Fácil y muy efectivo.
Máximo rendimiento hasta el siguiente partido del Mundial. Sin duda, vida útil más larga para los guantes de portero a la vez que se consigue una perfecta desodorización, limpieza y, sobre todo, un mantenimiento óptimo. Todo para que el ¡goooool! empiece a ser lo menos importante en los partidos y el protagonismo sea ahora para los ¡uyyyys! No más goles con la limpieza con G2 Green.
Y recuerda, también para el mantenimiento de los equipos y material deportivo, ¡Think big, clean green!