Humectantes, dispersantes, disolventes, emulsionantes, saponificantes, secuestrantes, desinfectantes, efecto tampón, hidrolizantes… son algunas de las propiedades que tienen los detergentes y limpiadores de G2 Green para hacer auténtica magia y conseguir eliminar cualquier mancha o resto de suciedad.
Visto y no visto. Como por arte de magia. El mejor truco de todos los tiempos pasa a diario ante los ojos de millones de personas de todo el mundo y ya nadie parece sorprenderse. Sucede tantas veces que, de hecho, el único momento en el que se hace visible es cuando no funciona y la mancha continúa allí. Sí, la limpieza tiene algo mágico. Mucho más que el mejor espectáculo de escapismo de Houdini, que las ilusiones de Copperfield o de las levitaciones de David Blaine… Porque, sin duda, si algo gusta cuando se habla de varitas, naipes y conejos en la chistera son las desapariciones y más si tienen lugar ante los atónitos ojos de los espectadores y consumidores.
Un detergente es una sustancia o mezcla de varias que aplicada en determinadas condiciones es capaz de eliminar restos de una superficie persiguiendo tres objetivos: separación de la suciedad, dispersión y estabilización en la solución limpiadora.
Y lo mejor es que si se usa correctamente suele funcionar en casi todos los casos. Eso sí, siempre que se elija el detergente adecuado. Mientras que, a azúcares solubles, otros hidratos de carbono y proteínas las hacen desaparecer los agentes alcalinos como sosa y potasa o ciertos limpiadores enzimáticos, para las grasas lo que mejor funcionan son los aniónicos o los catiónicos. Y con los restos minerales… ¡También visto y no visto con ácido clorhídrico, nítrico, fosfórico o secuestrantes como el ácido etilendiaminotetraacético (EDTA) o polifosfatos! Hay muchos más. Sea como sea, todos tienen algo en común…forman parte activa de los detergentes.
Los poderes que siempre deben estar presentes en detergente para que funcione
El truco sencillo y muy complicado a la vez… Los detergentes modifican las propiedades físicas y químicas del agua de forma que pueda penetrar, desalojar y arrastrar residuos que se habían endurecido sobre las superficies. Reducen la tensión superficial y son muy buenos espumantes, humectantes y emulsionantes. La teoría es sencilla, pero en la práctica… requiere del desarrollo de algunas habilidades. Del mismo modo que los magos trabajan y entrenan su propia agilidad, velocidad, reflejos y el arte de la distracción para lograr su objetivo, la calidad de un buen limpiador dependerá de que cumpla en mayor o menor medida algunas de las siguientes propiedades. Poderes casi mágicos.
Mediante su aplicación persigue eliminar las capas de suciedad y los microorganismos presentes en las superficies duras o tejidos para mantenerlos en suspensión y que a través del enjuague sean eliminados junto a los restos del detergente.
- Humectante: Precisamente, eso. Se refiere a la habilidad del detergente para reducir la tensión superficial del agua, permitiendo que el agua se distribuya y penetre mejor en las manchas. Absolutamente fundamental para la interacción entre líquido y restos y su posterior eliminación en el aclarado. Es la base de todo sin la que el resto no funciona.
- Dispersante: Sin duda, debe ser capaz de dispersar partículas de suciedad, sean del tipo que sean, en el agua. Tierra, polvo, grasas… para impedir que se vuelvan a adherir a la superficie o tejido. Este proceso facilita la fase de enjuague y garantiza que todos los restos desaparezcan junto con el agua del lavado.
- Disolvente: Luego la cosa se va complicando porque algunas manchas están formadas por compuestos solubles. Pueden ser de muchos tipos como ciertos colorantes o sustancias orgánicas. Así, un detergente con buen poder disolvente romperá rápidamente estos compuestos y los mantendrá en solución, facilitando su eliminación.
- Emulsificante: Ahora sí, es cuando se acerca el más difícil todavía… Grasas y aceites son más complicadas de disolver solo con agua por su naturaleza hidrofóbica. El poder emulsificante descompone estas manchas en pequeños glóbulos, permitiendo que el agua las rodee y las mantenga en suspensión, facilitando así su eliminación.
G2 Green lleva más de 30 años haciendo magia. Diseñando y fabricando productos altamente concentrados, eficaces, rentables y sostenibles que ayudan a simplificar los procesos de limpieza profesional. Fórmulas 3.0 especialmente desarrolladas para cubrir cualquier necesidad.
- Saponificante: Pura magia, pero para que el truco sea mejor todavía debe haber algo más. Por eso, esta propiedad implica que el detergente puede convertir determinadas grasas en jabones solubles. Especialmente útil para manchas de origen lípido porque, además, mejora la capacidad general de limpieza del producto. Impresionante.
- Secuestrante: Sin embargo, lo importante es poder repetirlo en todas las circunstancias. Las aguas duras contienen iones de calcio y también de magnesio que pueden interferir en la capacidad. De este modo para que sea efectivo en cualquier condición debe ser capaz de atrapar los iones y neutralizarlos, evitando que reduzcan la eficacia.
- Desinfectante: Lo que se ve y lo que pasa inadvertido al ojo humano. Además, algunos detergentes poseen propiedades antimicrobianas que les permiten eliminar todo tipo de gérmenes como bacterias, virus, hongos y esporas, garantizando no solo una limpieza superficial, sino también una desinfección completa. Más seguridad.
Los mejores detergentes para hacer pura magia al utilizarlos
No acaba ahí la cosa porque para que sean del todo perfectos también deben tener un gran poder de arrastre del agua. Elemental. Fácil enjuagado que evite que se queden adheridos ciertos residuos que puedan atraer más suciedad. Y si son hidrolizantes, capaces de romper enlaces químicos mediante la adición de agua para descomponer sustancias orgánicas, mejor que mejor. De este modo no deberían fallar nunca. Y para que así sea G2 Green ha desarrollado una completa gama de detergentes que reúnen todos o gran parte de estos poderes para adaptarse a cualquier necesidad. Desde especiales para lavandería a los que no hay mancha que se les resista hasta especiales para vajillas que pueden con la suciedad más incrustada. Descubre la magia que encierran y siempre… ¡Think big, clean greeen!