Roble, pino, nogal, arce, cerezo, caoba, abeto…¿cómo limpiar la madera para un acabado y mantenimiento 10?
La madera es cuestión de modas, pero desde siempre es uno de los materiales favoritos y más empleados en decoración. Tanto para suelos como en el mobiliario. No falla nunca porque, en realidad lo tiene todo. Aporta calidez a cualquier ambiente. Lo vuelve cálido y acogedor a través de sus tonalidades y por textura orgánica única. Cada pieza es diferente a través de sus vetas y nudos, lo que además proporciona personalidad. También refleja la luz de una forma única para dar lugar a infinidad de posibilidades, ambientes y estilos. Desde el rústico en el que se muestra la madera con toda su naturalidad y desgaste hasta el escandinavo que se caracteriza por su enorme simplicidad, funcionalidad y, precisamente, luminosidad. Hay muchos más motivos para elegirla en todo tipo de espacios profesionales.
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¡Está claro! La madera es un material natural que tiene la capacidad de ayudar a crear una sensación de conexión con la naturaleza dentro de un espacio interior. Auténtica magia. Algo que puede ser especialmente beneficioso en entornos urbanos a los que se quiere aportar toques de serenidad y armonía. Sin embargo, de entre todas estas características hay una que destaca siempre por encima de todas las demás: la durabilidad. Los suelos y muebles de madera de buena calidad pueden ser muy duraderos y resistir el paso del tiempo. Eso sí, siempre que se realice el cuidado y el mantenimiento adecuado. Sin duda, una inversión a largo plazo en el hogar y, sobre todo, en ambientes profesionales. Por eso, para prolongar su vida útil es necesario conocer cuáles son sus principales enemigos y, sobre todo, la forma más eficiente de limpiarlos.
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Los principales enemigos de la madera a la hora de limpiarla
#1. Humedad y agua: Todo el mundo lo ha visto alguna vez. Maderas con cercos blancos, hinchadas y, en los casos más extremos que se pudren. Definitivamente los líquidos y la madera no se llevan nada bien. Es una relación amor odio, pero no como la del agua y el aceite. Es mucho peor y la explicación es sencilla. No se llevan bien porque puede filtrarse a través de sus rendijas y surcos y fomentar la proliferación de moho. Así, los suelos de madera serán más propensos a sufrir daños. Por este motivo, a la hora de limpiarlos hay que hacerlo con la menor cantidad posible y, sobre todo utilizar productos que favorezcan un rápido secado. ¡Cuidado con las bebidas gaseosas!
#2. El calor: Y más que eso, los cambios y contrastes bruscos de temperatura. Las fluctuaciones extremas pueden provocar la contracción y expansión de la madera, lo que puede resultar en grietas, deformaciones y separaciones en las juntas. Además, es algo que se nota en los ambientes en los que se hace un uso intensivo de la calefacción. La recomendación es alejar los muebles unos 60 cm como mínimo de la fuente de calor, pero ¿qué hacer con los suelos? Mucho más complicado y la solución pasa por una mayor hidratación con ceras y aceites naturales. Lo mismo que con los refrescos, sucede con los vasos y tazas calientes. Siempre mejor usar posavasos.
#3. El sol y la radiación UV: Aunque los árboles y las plantas necesitan luz solar mientras aún están vivos, esta se convierte en su peor enemigo una vez muertos. Les pasa un poco como en el cine a los vampiros… Ya se sabe lo peligrosos que pueden ser los rayos ultravioletas del sol para la piel humana y lo mismo pasa con la madera. Demasiada exposición directa a la luz solar puede desteñir los barnices y el acabado de los pisos de madera e incluso causar decoloración tanto para oscurecerla como para aclararlas. Aún así, si es inevitable la exposición directa al sol mediante tratamientos para las ventanas o toldos siempre se recomienda usar productos con filtros UV. Exactamente igual que los bronceadores que se usan en la playa.
Su equilibrada formulación con jabón y agentes tratantes, G2 Green limpiador jabono madera permite limpiar y cuidar la madera al mismo tiempo, por lo que está indicado para la limpieza de parquet, puertas, rodapiés, molduras, armarios, muebles…
#4. Polvo y suciedad: Si no se realiza una limpieza regular, con el paso del tiempo, se comenzará a notar que van perdiendo su color original y que se va sustituyendo por otro amarillento. También los suelos se volverán más opacos y serán menos brillantes. Esto se debe a que a medida que se acumula va rellenando, poco a poco, todas las grietas y fisuras naturales, y provocar rayones tan diminutos que pueden pasar desapercibidos al ojo humano. Y polvo hay siempre, en todos los ambientes tanto profesionales como domésticos. Por fortuna, la solución es sencilla y pasa por una limpieza regular de todas las superficies. Eso sí, no valen todos los productos ni utensilios.
#5. Abrasiones y golpes: Quitar el polvo al menos cada dos semanas con un paño suave, sin pelusa y ligeramente humedecido. Los de microfibra son perfectos. La madera es resistente, pero tampoco tanto. Lo creas o no, muchos rayones y muescas en los muebles no tienen nada que ver con las personas. Los sospechosos más probables suelen ser las lámparas, marcos de fotos, teclados de ordenadores, cerámicas y otros accesorios con base dura. Todo el mundo ha podido comprobar lo que sucede al arrastrar un mueble sobre los suelos de madera. Pues, con los muebles y este tipo de objetos pasa algo parecido, pero a menor escala.
#6. Productos químicos: Ni todos los paños o instrumentos de limpieza son adecuados para madera ni tampoco todos los productos de limpieza. Algunos productos químicos pueden ser muy dañinos para sus muebles porque pueden dejar una marca permanente o provocar una drástica decoloración. Algunos de los que más habitualmente pueden causar daños pueden ser perfumes, quitaesmaltes, amoniacos, limpiadores multiusos… que pueden ir retirando poco a poco la capa o barniz que los protege de las agresiones del entorno. Por eso, es importante elegir un limpiador adecuado y especialmente formulado para este material ya se trate de suelos o muebles.
El mejor producto para limpiar superficies de madera: G2 Limpiador jabonoso madera
Devuelve toda la belleza natural a la madera con G2 limpiador jabonoso madera que contiene agentes tratantes y está especialmente indicado para la limpieza y cuidado de este tipo de superficie. Así, favorece los procesos de limpieza devolviendo a las superficies tratadas su brillo original. Además, gracias a su agradable perfume dejará un grato aroma en el ambiente y está especialmente indicado para la limpieza de parquet, puertas, rodapiés, molduras, armarios, muebles… El comodín perfecto ya que puede utilizarse sobre cualquier tipo de madera barnizada o encerada ya sea de interior o exterior y siempre con la máxima naturalidad que requiere este delicado y a la vez duradero material. Por eso, a la hora de acondicionarla… Think big, clean green!
