Los gimnasios ya no huelen a gimnasio o no deberían hacerlo. El sudor, las bacterias y otros microorganismos, la humedad y la falta de ventilación, el calzado y la ropa deportiva y el uso de productos de limpieza inadecuados son la causa de olores desagradables y la forma más natural de eliminarlos con limpiadores enzimáticos como Don Bio Fresh de G2 Green.
Está claro. Las cosas ya no huelen como solían hacerlo. Ni los tomates ni tampoco los espacios públicos. Sin embargo, el olfato humano es un sentido maravilloso. Hay algunos que no solo se reconocen en cualquier momento y lugar, sino que, además, son capaces de hacer viajar incluso al pasado. Hacia momentos muy lejanos en el tiempo… El café a aquella mañana de domingo; el césped recién cortado a la primera vez que se entró en un estadio de fútbol; el de la gasolina de aquel viaje por carretera; y la humedad del trastero donde se encierran todos estos recuerdos y algunos más. Inconfundibles todos. Hay muchos más. Limón, lavanda, rosas… como el de la plastilina o el pegamento. Sin embargo, lo que nunca más debería llevar a nadie de nuevo a la infancia es del gimnasio de la escuela. Tan característico que nunca se olvida.
Los malos olores deben ser eliminados y la forma más natural de hacerlo es con limpiadores enzimáticos como Don Bio Fresh de G2 Green. Más eficiente, no camufla; reduce tiempos y consumo de agua; biodegradable; y sin riesgos para la salud de personas y mascotas.
Causas de olores desagradables en gimnasios y centros deportivos
#1. Sudor humano: No es ningún secreto. El sudor es una reacción natural del cuerpo al ejercicio físico. Evita el sobrecalentamiento y ayuda a regular la temperatura corporal. De hecho, según The Journal of Physiology, durante un entrenamiento intenso se puede liberar hasta un litro por hora. El problema es que el sudor no es solo agua. Además, contiene, entre otras sustancias, urea y amonio que, por sí, ya tienen un olor característico, pero que se intensifica al mezclarse con las bacterias presentes en la piel que las descomponen haciéndolo todavía más fuerte y desagradable. Y eso multiplicado por todas las personas que van al gimnasio simultáneamente…
#2. Bacterias y otros microorganismos: Mens sana in corpore sano. Y es que a las personas les gusta ir al gimnasio, pero a los gérmenes todavía más. El más rápido, más alto, y más fuerte se puede aplicar también a todo tipo de microorganismos. Entre máquinas de musculación, esterillas de yoga y, especialmente en vestuarios y duchas encuentran el ambiente perfecto para crecer y proliferar. Perfecto para virus y bacterias y, por supuesto, para el desarrollo de moho. Les gusta la humedad y los ambientes poco ventilados. Allí donde estén no solo descompondrán toda la materia orgánica que encuentren, sino que además pueden ser fuente de ciertas enfermedades.
No, no todos los productos sirven para lavar el equipamiento deportivo. Algunos agentes químicos podrían acelerar su degradación y, además, es difícil eliminar los olores en determinados materiales después de utilizarlos y la proliferación de las bacterias que lo causan.
#3. Humedad y falta de ventilación: Solo para hacerse una idea… en las pesas y mancuernas de un gimnasio puede llegar a haber una concentración de bacterias 362 veces mayor que las que suelen encontrarse en la tapa de un inodoro y eso solo es el principio. Importante no solo limpiar sino también desinfectar adecuadamente. Sin embargo, el problema de la falta de ventilación en centros en los que se desarrolla actividad deportiva y física va más allá. En los espacios en los que apenas hay renovación y circulación de aire se retienen malos olores, pero también pueden ser perjudiciales para la salud por la acumulación de CO2 y la falta de oxígeno fresco.
#4. Ropa deportiva, toallas y, especialmente el calzado: Siempre en contacto con la piel y en todo momento húmedas al absorber, precisamente el sudor corporal, pero de forma especial en los pies. Por cierto, una de las partes del cuerpo que más suda con la particularidad de que en el interior de las zapatillas se dan justo todas las condiciones anteriores, pero mucho más extremas. Mucha humedad, incluso usando calcetines, completamente ajustados y cerrados sin que apenas haya aire e infinidad de bacterias. No es de extrañar por tanto que junto a la bolsa de deporte sea uno de los elementos que peor olor generen. Eso sí, hay soluciones.
Don Bio Fresh de G2 Green no solo elimina los malos olores, también hace desaparecer las manchas como por arte de magia, es seguro para la salud de las personas, no daña las superficies ni los materiales y, además, es muy fácil de usar. ¡Lo tiene todo!
#5. Taquillas y vestuarios: Situación que se agrava al guardarla después del entrenamiento en las taquillas de los vestuarios. El espacio que sin duda más huele a gimnasio. Zapatillas, ropa húmeda, otros artículos y especialmente las toallas. De hecho, una investigación de Dr. Charles Gerba de la Universidad de Arizona encontró que el 90% de las toallas de gimnasio, incluso después de ser lavadas, estaban contaminadas con bacterias que pueden causar olores muy desagradables y, por supuesto, ciertas enfermedades. Sucede exactamente igual con el resto de los materiales de entrenamiento como esterillas, pesas o las máquinas de cardio. Sobre todo, si son de uso frecuente es imprescindible lavarlas y desinfectarlas de forma regular.
#6. Productos de limpieza inadecuados: Está claro no todo vale a la hora de limpiar y eliminar los malos olores. En muchas ocasiones los productos de limpieza de baja calidad o aquellos que no están diseñados específicamente para gimnasios no son efectivos para eliminar la causa que los genera. Por supuesto que no todos los limpiadores eliminan virus y bacterias por lo que pueden ser ineficaces y dar una falsa sensación de seguridad. Otros pueden enmascararlos de forma temporal, pero al rato desaparece el efecto o, incluso, agregar algún aroma no deseado. Los centros deportivos ya no huelen a gimnasio, pero tampoco pueden hacerlo a cualquier cosa.
Limpiadores enzimáticos: la forma más natural de acabar con los malos olores
Por eso, la solución más natural de acabar con los malos olores son los limpiadores enzimáticos como Don Bio Fresh de G2 Green. Compuesto por microorganismos vivos que producen enzimas. Catalizadores biológicos que aceleran las reacciones químicas. Descomponen las proteínas de los restos biológicos y orgánicos en otros más pequeños. Exactamente igual que el cuerpo humano o en el de los animales, pero en el caso de los limpiadores enzimáticos, este mismo proceso se usa para otro propósito. Diferentes enzimas descomponen distintos tipos de manchas y olores. Las lipasas actúan sobre las de grasa o aceite, las proteasas descomponen las que tienen base de proteínas y las amilasas combaten los carbohidratos y los almidones. Sencillo y efectivo.
Así, G2 Don Bio Fresh desodoriza cualquier ambiente y superficie; de acción inmediata gracias a la combinación de tensoactivos y agentes perfumantes; limpieza en profundidad gracias a la acción de microorganismos, no presenta efectos corrosivos sobre las superficies, equipos ni materiales…. ¡Está claro! También en los gimnasios, ¡Think big, clean green!