Mens sana in corpore sano. Los gimnasios son lugares en los que, al practicar ejercicio, se puede encontrar restos de sudoración y otros fluidos corporales en todo tipo de máquinas y material deportivo. Más de lo mismo sucede en la ducha y los vestuarios, por lo que siempre conviene extremar las precauciones de limpieza, higiene y desinfección.
Más alto, más rápido, más fuerte… ¡Año Nuevo, vida nueva!, y lo más normal es querer empezarla por el gimnasio. Tras las doce campanadas siempre sucede lo mismo. Dejar de fumar, llamar con más frecuencia a la familia, viajar a lugares lejanos, aumentar el ahorro, buscar pareja, tener hijos, conseguir un trabajo o, sencillamente, aprender un idioma, ser mejor persona. Y, por supuesto, las estrellas de las listas de buenos propósitos: perder algo de peso y hacer más ejercicio.
Siempre pasa lo mismo. Academias de lenguas extranjeras y gimnasios llenos hasta arriba durante los primeros días y semanas de enero. Por este motivo, hay que empezar ya mismo a preparase y extremar las medidas de limpieza y desinfección. No solo por el Covid-19 que aún persiste o la gripe… Hay mucho más. Así, las cartas a los Reyes Magos de todos los deportistas deberían incluir geles desinfectantes y toallas antibacteriales. Eso como mínimo.
Únicamente para hacerse una idea en las pesas y mancuernas de un gimnasio puede llegar a haber una concentración de bacterias 362 veces mayor que las que suelen encontrarse en la tapa de un inodoro y eso solo es el principio.
Mens sana in corpore sano (y en un gimnasio limpio y desinfectado).
Puede ser incluso peor. En las bicicletas estáticas conviven 39 veces más gérmenes que en la bandeja de una cafetería y en las cintas de correr la cifra se puede multiplicar por 74 respecto a las que hay en los grifos de los baños del vestuario. Además, hay un dato todavía más inquietante: hasta el 70% de las bacterias en estos aparatos son potencialmente dañinas para la salud de los seres humanos. Bacilos, gramnegativas y positivas, y estafilococos, entre otros, que, además, son responsables de causar infecciones en ojos y oídos, erupciones en la piel y también determinadas enfermedades respiratorias. Justo todo lo contrario de lo que se pretende con el mens sana in corpore sano del que se lleva hablando desde la Roma Antigua. Al que ahora hay que añadir algo más… y en un gimnasio limpio y desinfectado.
Puntos críticos de limpieza en gimnasios y centros deportivos
Entre las más comunes se encuentra el pie de atleta, que está causado por diferentes tipos de hongos y, aunque no entraña un gran riesgo para salud, el tratamiento para eliminarlos es largo e incómodo. Luego ya vienen la gripe y, por supuesto, el Covid-19 debido a la proximidad de las personas. Más preocupantes son el staphylococcus aureus, el VPH o virus del papiloma humano y el de la Hepatitis A o las bacterias estreptocócicas, bacillus y E. coli.
Bicicletas estáticas, cintas de correr, pesas… Según un estudio de los laboratorios EmLab P&K el número de bacterias o células fúngicas viables en cada uno de estos aparatos era de más de tres millones por cada pulgada cuadrada (6,5 cm2).
Sin embargo, no es solo cosa de virus y bacterias. Los gimnasios son lugares en los que, al practicar ejercicio, se puede encontrar restos de sudoración y otros fluidos corporales en todo tipo de máquinas y material deportivo. Más de lo mismo sucede en la ducha y los vestuarios, por lo que conviene siempre extremar las precauciones de limpieza, higiene y desinfección. Estos son los lugares de las instalaciones en los que se suelen esconder:
- Mostrador de recepción: El punto de acceso de todos los gérmenes y bacterias. También de los deportistas que van a entrenar. La barrera que separa el exterior y el interior. El lugar en el que todo el mundo se para y toca. Ya sea para consultar el horario de una clase, apuntarse o pagar la cuota de socio. Sin duda, el sitio perfecto para que proliferen los gérmenes y se difundan a mayor velocidad que el más rápido de los corredores.
- Vestuarios: No hay lugar en todas las instalaciones deportivas con mayor cantidad y, sobre todo, variedad de virus, hongos y bacterias. También de muy alta rotación y tráfico de personas con un riesgo añadido. Es el espacio en el que más expuesto está el cuerpo a los agentes del entorno. No solo se trata de los bancos en los que cambiarse, mejor no sentarse nunca desnudo, o del suelo de las duchas, que afortunadamente ya nadie pisa sin chanclas… También es cosa de las puertas de los baños y de los grifos del lavabo.
- Equipo y material deportivo: A las ya mencionadas pesas, bicicletas, y cintas de correr, ahora hay que sumarle cualquier otro equipamiento compartido por muy pequeño sea. Pelotas, gomas elásticas y guantes. Pero otra cosa a la que hay que prestar atención es a las esterillas de yoga. Probablemente el elemento con mayor cantidad de gérmenes del gimnasio por estar en contacto con todo el cuerpo. Más que en el suelo de la sauna.
Más rápido, más alto, más fuerte, y más limpio con G2 Green
Y lo mejor de todo es que es posible hacer desaparecer a todos, virus, hongos y bacterias, más rápido de lo que se puede imaginar. En menos de lo que dura una carrera de 100 metros lisos de récord mundial, el salto con pértiga más alto o un levantamiento en dos tiempos. Por eso, es importante limpiarlos con frecuencia y hacerlo siempre con productos de calidad. Eficaces, altamente concentrados en principios activos y especializados para cada tipo de germen y superficie de contacto como los de G2 Green. Limpiadores generales, biocidas, virucidas, enzimáticos, para el tratamiento de suelos, ambientadores, y otros especiales para material deportivo. También, para los usuarios con la completa gama de productos cosméticos sanyhigien y los dispensadores de gel y espuma system push. Todo para que este año el auténtico propósito y desafío de todos los gimnasios e instalaciones deportivas sea…
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Think big, clean green!